El karma siempre se ensañó bastante conmigo. Siempre me han pasado más cosas malas que buenas,aunque supongo que si el karma te devuelve lo que das,quizás soy yo que no di lo suficiente. Hace un año y medio,le pedí,le supliqué,le rogué una sola cosa al karma. Tenerle. Y me lo ha devuelto ahora,con más fuerza que nunca,dejándome completamente vulnerable y confusa,con lo claro que solía tenerlo yo todo.
El ansia me come por dentro,lejos de ese sentimiento de felicidad plena que creí que tendría cuando por fin me prestase atención. Cuando por fin le tuviese entre mis brazos.
En verdad es el único deseo que me entra cuando está delante,abrazarle y,salvo dos roces contados,reprimo este deseo atándolo con rudeza para no caer por un agujero del que luego querré salir,pero no podré.
Ya apenas me quedan fuerzas para refrenar nada,pero tampoco para expresar nada,mi corazón ya no tiene fuerza para bombear sangre por ninguno de ellos dos. No veo la solución ni la tecla de escape en esta historia. No se como coser la herida que he causado. No se como coserme a mí misma.
Soy la representación gráfica de un zombie,con la diferencia de que yo siento una ráfaga de histeria por dentro que no se corresponde con mis movimientos,porque estoy lenta,torpe y comenzando a rozar lo patético.
Me siento más sóla que nunca. Mi corazón de steampunk empieza a estropearse,se le están saltando todas las piezas...
Haga lo que haga voy a arrepentirme de por vida y destrozar a alguien.
No hay arreglo posible...No hay salida.