El dolor y la enfermedad a veces son tan intensos que la única defensa que tiene un corazón frágil es cubrirse de titanio.
El resultado es una ausencia total de empatía y sentimientos hacia ninguna persona,incluída yo misma. Andares firmes,mirada atrayente pero vacía y una sonrisa etrusca dibujada en la cara,sin expresión alguna.
Esto no es vivir,es sobrevivir.
He perdido 21 gramos exactos.
(2)+1=(3). Vuelve a ser 23.
Y a pesar de ser el mero esqueleto de un títere a merced de a saber que tipo de broma grotesca,sé que te amo.
Lo noto en las secuelas que dejaste en la zona del lacrimal. Quema. Es como un recordatorio continuo de que,aunque ahora no pueda percibirlo con ningún sentido,sé que es verdad.
No necesito sentirlo para saber que es cierto.
Es una paradoja en sí misma que pueda ser tan consciente de algo que es considerado el clímax,el punto más alto y culminante del mundo de los sentimientos,pero que no pueda sentirlo.
No era nuestro momento.

Con mi presencia me refiero a aquella que te debastó por dentro a base de palabras,música,miradas y significados ocultos.
La verdad, lo que ocurre es que ya no tengo fuerzas para debastarte.
Quizás podamos estar juntos otra vez,en otro momento.
He perdido 21 gramos exactos.
(2)+1=(3). Vuelve a ser 23.
Los dejé clavados ahí,en tu antebrazo.
Protégelos hasta que me encuentres.
Ahora sólo tienes que buscarme...
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